2 Corintios 10: 3-5
Pues aunque andamos en la carne no militamos segun la carne;porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destruccion de fortalezas,...
Cuando una persona acepta a Jesus como su salvador lo que en realidad esta haciendo es enlistando el el ejercito del Señor. La fuerza Elite mas grande del mundo espiritual. Nosotros como soldados de Cristo debemos pasar un boot camp o entrenamiento basico. Lloramos y sufrimos muchisimo pero cuando nos preguntemos porque estamos aqui la respuesta debe ser la misma; Porque quiero ser llamado hijo de Dios. Luego de un tiempo de entrenamiento basico el Señor nos continua entrenando para llevar a cabo los trabajos que el nos ha de dar. Seamos infanteros, artilleros, franco tiradores o lo que Dios tenga para nosotros. Yo comparo a un infantero con personas como las que ministran en las iglesias imponiendo manos. Ellos estan ahi al frente ministrando y dando la batalla de frente al enemigo. Yo comparo a los artilleros con las personas que oran y ayunan sin que el pastor de la iglesia este convocando un ayuno, estan tirandole bombazos al enemigo constantemente. Los francotiradores son aquellas personas que se dedican a orar por una peticion a la vez y no e rinden hasta verla contestada. Como ven por los ejemplos que les doy todos tenemos una labor en el ejercito del Señor.
Ahora les explicare otro aspecto de el ejercito de Dios el cual comparare con la milicia.
En la milicia el comandante en jefe o sea que el que tiene la ultima palabra y el poder es el Presidente de la Nacion, el le da las instrucciones al General a cargo del combate y este da sus ordenes a sus tropas.
En el ejercito del Señor el comandante en Jefe es Jehova de los ejercitos, el General a cargo de la batalla es Jesus y nosotros y sus angeles somos sus tropas de combate.
O sea que todo el poder es de Dios;
Salmo 62: 11 nos dice: Una vez hablo Dios; Dos veces he oido esto: Que de Dios es el poder,
O sea de Dios solo es el poder ahora pues en Mateo 10:1 nos dice lo siguiente;
Entonces llamando a sus doce discipulos, les dio autoridad sobre los espiritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Dios nos da la autoridad para ejercer ( de ahi la palabra ejercito) su poder como un General le da la autoridad a sus tropas para atacar y ejercer. Ahora para ejercer esa autoridad se requiere unas cosas muy importantes que se nos dicen en Efesios 6:10-18:10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Ahora quisiera mencionar otro aspecto de nuestra milicia Cristiana, este el el de la Uncion. 1 Juan 2;27 dice;
Pero la Uncion que vosotros recibisteis de EL permanece en vosotros, y no teneis necesidad de que nadie os enseñe; asi como la uncion misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, segun ella os ha enseñado, permaneced en El.
Yo comparo esa Uncion o sea el Espiritu Santo en elGPS que guia a los soldados y en el interprete del manual de combate que se utiliza. La biblia es nuestro manual de combate y el Espiritu Santo nos da el entendimiento para entender ese manual y guiarnos por el. Nuestras armas son espirituales y debemos estar llenos de esa uncion para poder entender lo que debemos hacer en toda situacion. Si tomamos decisiones sin contar con la uncion del Espiritu seremos derrotados. Si nos armamos con toda arma que nos es dada por nuestro General y sabemos ejercer la autoridad que se nos da y estamos leyendo el manual y dejandonos guiar pro nuestro radar el Espiritu Santo, el enemigo huira de nosotros. La Sangre de Jesus es nuestro uniforme y nos identifica ante el enemigo y al este ver la Sangre que nos cubre y percibir la Uncion y la Autoridad el Enemigo lo que le resta es pelear sabiendo que perdera o uir de nosotros.
Hermanos debemos estar listos para la batalla revestidos de la uncion la autoridad y ejerciendo todo el poder de Dios en el nombre de Jesus. Nada se hara por nuestras fuerzas ni por nuestro poder porque nada somos , en Judas verso 9 el propio arcangel Miguel batallando con Satanas no se atrevio a proferir jucio contra el sino que dijo: EL Señor te reprenda. Si ni los angeles pueden mucho menos nosotros debemos pensar que podemos ganar una batalla sin estar llenos y revestidos de toda armadura de Dios. Solo en el Nombre poderoso de Jesus y por su Sangre poderosa podemos vencer al enemigo de las almas. Pero no es solo con el nombre sino con una relacion que nos de la autoridad de usar ese nombre. El mejor ejemplo de eso esta en Hechos 19:13-16 donde los hijos de Esceva intentaron echar fuera demonios en el nombre de Jesus y de Pablo y los demonios los destrozaron dejandolos desnudos.
El propio Jesus el hombre al ser llevado al desierto por Satanas para ser tentado sito la palabra para vencerlo y recordemos que estaba en ayuno y oracion. Si ese fue Jesus en cuerpo de hombre mas aun nosotros debemos continuar ayunando y orando.
Debemos tener disiplina militar y obediencia como buenos soldados, seguir nuestra guia la Biblia y la guianza de el Espiritu Santo, seremos vencedores si seguimos las reglas de combate de Dios por que el NUNCA ha perdido una batalla.
